Es un problema con la interacción social que ocurre cuando se descuidan las necesidades emocionales y físicas básicas de un niño, particularmente cuando el niño es un bebé.
El trastorno de vinculación reactiva es causado por el maltrato o el descuido de las necesidades de un bebé con relación a:
El riesgo de descuidar al bebé o al niño aumenta cuando:
Un cambio frecuente en los cuidadores (por ejemplo, en orfanatos u hogares sustitutos) es otra causa de este trastorno.
Los niños adoptados de orfanatos extranjeros resultan comúnmente afectados, particularmente si fueron alejados de sus padres biológicos durante las primeras semanas de vida.
Niño:
Cuidador:
Este trastorno se diagnostica con:
El tratamiento tiene dos partes. La primera prioridad es garantizar que el niño esté en un ambiente seguro donde tenga satisfechas sus necesidades físicas y emocionales.
Una vez que se ha logrado esto, el siguiente paso es modificar la relación entre el cuidador y el niño, en caso de que el primero sea la causa del problema. Unas clases sobre destrezas con respecto a la crianza pueden ayudar con esto, ya que dichas destrezas le dan al cuidador la capacidad de satisfacer las necesidades del niño y le ayuda a establecer lazos afectivos con él.
El cuidador debe someterse también a una asesoría para solucionar cualquier problema actual, como drogadicción o violencia familiar. Los servicios sociales de protección del menor deben hacer un seguimiento a la familia para constatar que el niño esté en un ambiente seguro y estable.
Los padres que adoptan bebés o niños pequeños de orfanatos extranjeros deben ser conscientes de que esta situación puede suceder y ser sensibles a las necesidades del niño con relación a la constancia, al afecto físico y al amor.
Este tipo de niños puede sentir miedo de la gente y al principio sentirse abrumados con el afecto físico. Los padres deben tratar de no sentir esto como un rechazo, dado que es una respuesta normal en alguien que ha sido maltratado para evitar el contacto. Con frecuencia, se deben dar abrazos, pero sin forzarlos.
Se debe realizar una evaluación de la salud mental, la cual ayudará en el desarrollo de un plan de tratamiento.
La intervención adecuada puede mejorar el pronóstico.
Sin tratamiento, esta condición puede afectar permanentemente la interacción social del niño. Esta afección puede estar relacionada con:
Este trastorno se identifica generalmente cuando un progenitor (o padre potencial) está en alto riesgo de descuidar al niño o cuando un padre adoptivo tiene dificultades para manejar a un niño recién adoptado.
Si la persona ha adoptado un niño recientemente de un orfanato extranjero u otra situación en donde se haya presentado descuido y el niño exhibe estos síntomas, debe acudir al médico.
El reconocimiento oportuno de este trastorno es muy importante para el niño. A los padres que estén en alto riesgo de descuidar a sus hijos se les debe brindar capacitación sobre los cuidados durante la crianza. A la familia se le debe hacer un seguimiento, ya sea por parte de un trabajador social o de un médico para garantizar que las necesidades del niño sean satisfechas.
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